Escritora brújula: A veces desearía ser mapa

Protectores de Asgard nació a partir del prólogo, que en realidad era una historia corta escrita para un concurso del bar Els 4 Gats de Barcelona. Me motivó tanto lo que escribí, que me di cuenta de que podía convertirse en una novela completa. Ese fue el inicio del Yggdrasil y sus nueve mundos. Así que empecé a investigar al mismo tiempo que continuaba con la historia. Me di cuenta de que el árbol de las tinieblas del que hablaba era, en realidad, un símbolo del Yggdrasil, el árbol de la vida tal y como lo conocemos aquí. A partir de ahí, poco a poco, la historia fue desarrollándose: sin esquemas, sin planificación alguna, sin ni siquiera apuntar cómo eran los personajes. Y eso que en el primer libro había más de 30 personajes principales xD.

Fue entonces cuando descubrí que era una escritora brújula: simplemente me sentaba frente a una libreta o al teclado del ordenador y las palabras salían solas. También me percaté de que, dependiendo de cómo me encontraba emocionalmente en el momento de escribir, surgían escenas más dulces o más oscuras.

El problema de ser brújula es que, como vas avanzando sin rumbo fijo, a veces te das cuenta de que la historia no progresa como debería o se vuelve monótona y le falta acción. No os podéis imaginar la de veces que he tirado 200 páginas a la basura porque no me convencía lo que estaba escribiendo. Y sí, no suelo recuperarlas: normalmente empiezo desde cero. Hasta que no estoy satisfecha con el resultado, no dejo de reescribir.

Ser brújula tiene otros inconvenientes: es muy fácil quedarse en blanco o sufrir un bloqueo creativo. Puedes tener claro hasta dónde has llegado, pero luego no saber cómo continuar. También puedes equivocarte en la descripción de un personaje: quizá al principio le pusiste ojos verdes, pero a mitad de novela —si no ha salido mucho— dices que los tiene azules. Estas confusiones son comunes por la falta de planificación y esquematización.

Aun así, siendo brújula me lo paso muy bien: me sorprendo con los plot twists como si fuera una lectora más. Por otro lado, eso también hace que escriba más lento, porque al no saber qué va a pasar, tengo que ir constantemente hacia atrás y hacia adelante para no olvidar ningún detalle o para ajustar el sentido de la historia.

Los escritores mapa lo tienen más fácil para ponerse a escribir en cualquier momento, porque siempre saben dónde terminaron y hacia dónde van. A pesar de ser organizada, controladora y meticulosa en todos los demás aspectos de mi vida, con la escritura me dejo llevar. Escribo como me sale y como me siento: simplemente desconecto del mundo y me convierto en un personaje más de la trama.

¿Quieres descubrir qué tipo de escritor/a eres tú? Te recomiendo que pienses una idea e intentes empezar a escribirla. Si necesitas planificarla desde el principio, eres mapa. En cambio, si puedes escribir sin necesidad de esquemas, eres brújula. Luego están los que son una mezcla de ambos: empiezan sin planificación, pero llega un momento en que necesitan organizar varias escenas de la trama para poder continuar.

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