
Hamingja, ángel guardián en la mitología nórdica
Las Hamingja eran consideradas ángeles guardianas en la mitología nórdica y solían ser de sexo femenino.
Solían ser almas que una vez muertas, seguían al lado de su ser más querido para acompañarlo en vida desde la muerte y guiarlo en el mundo de los vivos. A pesar de que podían ser escuchadas, sólo podían ser vistas en los sueños de aquel/ella que acompañaban, pero no en su forma original, sino en forma de animal.
Historia de las Hamingjas, ángeles guardianes
Las Hamingja eran vistas como espíritus o almas que seguían como guardianas de sus seres más queridos, normalmente familiares. Su nombre significa «felicidad» en español, aunque hay traducciones que lo asocian a la «suerte».
Estos ángeles guardianes, para presentarse frente a la persona que acompañaban, lo hacían transformadas en la figura del anima que le correspondía a la persona.
Cuando la persona que la Hamingja acompañaba fallecía, ésta pasaba a un familiar cercano o a otro ser querido, así, pasando de generación en generación para proteger, cuidar y decidir la suerte de toda una familia.
La figura del animal que adoptaba la Hamingja iba en consecuencia al carácter de la persona que acompañaba. Si ésta era amable y dócil, se convertía en un animal de la misma naturaleza. En cambio, si era desmedida, se convertía en un animal salvaje.
Los ángeles guardianes podían darse prestados
Las Hamingja podían prestarse a un amigo querido o alguien especial cuando éste tenía que enfrentarse a una situación complicada o peligrosa. Además, también podían darse como obsequio a un familiar a través de la voluntad propia del dueño original.
Y tú, ¿crees que también te acompaña una Hamingja? ¿Alguien que te protege? ¡Espero tus comentarios!

